Otro sitio que hay que visitar en Copenhague (si eres carnívoro, claro).
Es un polígono industrial de antiguas naves donde mataban, despiezaban carne convertidas ahora en restaurantes. En el que comimos nosotros no hay platos, te ponen la comida sobre el papel: los sándwich o las costillas o el trozo de carne que desees con el acompañamiento que pidas: puré de patatas, pepinillos, incluso potaje de legumbres y esto si te lo ponen en unos cuenquitos pequeños. Las mesas son grandes por lo que puedes acabar comiendo con perfectos desconocidos, bonachones y amantísimos de la carne.
A nosotros nos gusto la experiencia.